21 de mayo de 2018

Cómo trabajamos pintando una cómoda

 El mayor desafío sobre este mueble, aunque no lo parezca a simple vista, era lograr que el ojo vea claramente una imagen vertical como la de la bicicleta sobre una base tan marcada por líneas horizontales (cajones, travesaños entre cada cajon, y moduras dentro de cada frente). Confieso que hasta que no la tuve terminada no estuve segura de si eso iba a ser posible! Veamos cómo la trabajé...
 Los primeros pasos, los de siempre: Quitar el lustre con removedor, dos niveles de lija, una mano de base blanca y dos manos de blanco antiguo. Una vez lista, trabajé un fondo que me facilitara la sugerencia de etiqueta antigua. Con stencil, inscripciones de textos, y con stencil y enduido algunos arabescos . Quería llevarla hacia los tonos terrosos, asi que todos estos motivos fueron en gamas de marron.
 Tenia la idea de incorporarle un motivo romántico y a la vez vintage. Encontré esta imagen en la web que me pareció ideal.
 Siempre prefiero trabajar en una plantilla de papel antes del mueble en sí, reproduje aquí el tamaño exacto del frente de la comoda, marqué el lugar donde irian los herrajes para ubicar el dibujo fuera de ellos, y dibuje en escala.
 Una vez transferido el dibujo en su lugar, empecé a pintar con acrílicos. Pintar hortensias es mucho más fácil de lo que parece!
 Seguí con la bicicleta...
 y finalmente, dado que el contraste del color sobre el blanco antiguo era demasiado y no resultaba armonioso, decidi llevarlo a un color sepia. Para eso use pinturas javana diluidas en barniz, que no cubren lo ya pintado sino que lo dejan traslucir. Despues trabajé los bordes con pátinas cedro y betún.
 El cuerpo necesitaba algo de color tambien. En este caso lo patiné a la cera con pátina siena. 
Y así quedó!

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